Como ya es tradición, la visita a Western Water Park, que organiza anualmente el Club del Suscriptor de Ultima Hora para celebrar el cierre del verano, es una cita ineludible y muy esperada por socios y familiares. En esta ocasión, el pasado sábado 6 de septiembre fue la fecha escogida para disfrutar de un día trepidante y divertido en las increíbles instalaciones del único parque acuático de Mallorca ambientado en el lejano Oeste.
A las diez de la mañana, Western Water Park abrió sus puertas para recibir al gran grupo de suscriptores que acudió lleno de energía y buen humor en compañía de familiares y amigos. Alrededor de 500 personas fueron recibidas por el amable y dispuesto personal del parque, y por Juani Molina, quien acudió en representación del Club, y se encargó de cuidar todos los detalles, desde el principio hasta el final de la jornada, siempre con una sonrisa y con toda la profesionalidad que exige la ocasión.
Bajo un sol espectacular, la diversión no tardó en comenzar y los impresionantes toboganes, piscinas y demás atracciones del parque se llenaron de grandes y pequeños dispuestos a darlo todo y no perder ni un segundo del día.
El recorrido por Western Water Park incluyó para muchas familias divertidas atracciones para disfrutar en grupos, como el Gran Cañón y el Big Hole. Un intenso recorrido a bordo de un donut que bien merece la pena esperar la cola para subirse.
Como era de esperar, los famosos toboganes que forman parte de la historia del parque no pararon de trabajar ni un momento. Sobre La Bestia se subieron los más valientes para disfrutar de una impresionante caída en vertical de 30 metros, y de cabeza se lanzó más de uno en los Crazy Horses por un recorrido de vértigo de veinte metros. En pareja, también muchos se animaron a subirse al Boomerang, un inmenso half pipe de 15 metros de altura con un caída que quita el aliento hasta los que se encuentran mirando desde abajo. Y el Huracán, con su temerario recorrido en la oscuridad, sedujo a más de uno. Gritos y carcajadas resonaron por el parque durante una jornada de buen rollo, relax y mucha adrenalina.
Para descansar de tanto vértigo, muchos se apuntaron a la atracción Wild River, un extenso recorrido sobre el agua a bordo de un confortable flotador, o a la orilla de la piscina de olas Tam Tam Splah, antes o después de sus explosiones que atrajeron a un gran número de suscriptores.
Los más pequeños también se lo pasaron en grande en las atracciones infantiles como La Ponderosa, donde no pararon de funcionar sus enormes cubos de agua, o el Coyote Park, un parque tematizado especialmente diseñado para ellos.
Pero no todo fue adrenalina, también hubo tiempo para reponer fuerzas a la hora de la comida o entre atracción y atracción. Muchas familias decidieron aprovechar la oferta gastronómica del parque para comer en sus restaurantes, pizzas, hamburguesas, ensaladas para los más fitness, o tentadores cubos de pollo frito, entre otras delicias, fueron las propuestas. Asimismo, hubo quien apostó por las zonas de césped y hamacas para disfrutar de sus preparaciones caseras. Por su parte, golosos helados y granizados se sirvieron durante toda la jornada. Tras la comida, pocos hicieron siesta antes de seguir con la diversión.
Unos minutos antes de las cinco de la tarde se anunciaba el fin de la visita. Satisfechos con el día, aunque con ganas de más, los suscriptores fueron abandonando las instalaciones, no sin antes pasar por la tienda de regalos, donde más de uno se llevó un bonito recuerdo.
Desde estas páginas, aprovechamos la ocasión para agradecer a todo el personal del parque acuático por su inmejorable atención durante toda la jornada y a todos los suscriptores que acudieron a la cita convirtiendo esta tradicional actividad en un día inolvidable para todos.