La semana pasada, un exclusivo grupo de suscriptores disfrutó de una jornada muy creativa a la vez que ilustrativa. La elaboración del vidrio soplado es un arte que cada vez toma más protagonismo logrando el mérito que se merece, como demuestran algunos programas televisivos de carácter internacional que han surgido recientemente.
Pero no hace falta irse muy lejos para apreciar este trabajo, pues en Mallorca existen también grandes artesanos que dominan este arte. Y así lo comprobaron los suscriptores que asistieron a la jornada del sábado pasado organizada por el Club: una visita al centro artesanal Lafiore y sus distintos talleres para descubrir las diferentes técnicas con las que se elabora el vidrio soplado y el fussing, a partir de vidrio reciclado, así como el taller de cerámica La Vir.
La jornada se completó con un berenar a base de productos gastronómicos típicos de la isla
En Lafiore, ubicada S’Esgleieta, en Esporles, les recibió Teresa, que guió al grupo en visita explicando dos técnicas de trabajo con vidrio: el fussing y la milenaria práctica artesanal de la creación del vidrio soplado, un trabajo que pudieron observar en directo a través de sus artesanos que elaboraron, para el grupo, los famosos setrills, las aceiteras tradicionales para servir aceite. Descubrieron, con las explicaciones, que el vidrio se debe trabajar a una temperatura de entre 800 y 1000 grados, puesto que por debajo es líquido y por encima se solidifica; además, se enfría diez grados por segundo, por lo que el trabajo debe ser preciso sometiéndolo a calor muy seguidamente. Teresa explicó que la filosofía de Lafiore se centra en la economía circular, puesto que emplean vidrio reciclado que funden a elevadas temperaturas para darle un nuevo uso. En la tienda pudieron observar las maravillas artesanales que se diseñan y crean en la fábrica de vidrio y cristal artístico de Esporles.
A continuación, el grupo inició una segunda visita en el taller de cerámica La Vir, donde la ceramista Virginia Massané les explicó, a través de una clase práctica, las técnicas de elaboración de objetos con barro y el uso del torno, modelado, planchas y esmaltes. Los suscriptores tuvieron aquí tiempo para probar sus habilidades; las piezas que elaboraron con barro se las pudieron llevar a casa como recuerdo de la visita. La jornada se completó con un berenar a base de productos gastronómicos típicos de la isla de primerísima calidad.