Una excursión hasta Can Picafort permitió a medio centenar de suscriptores conocer un poco más los productos típicos de temporada en la isla gracias a una visita a la Fira de la Tardor el pasado mes de noviembre.
Los organizadores del concurso de calabazas les explicaron cómo se llevaba a cabo la crianza de calabaza que llegasen a pesar, incluso hasta 60 kilos. En este sentido aprendieron también que las blancas eran cultivadas y controladas en laboratorios, pero que otras se crían directamente en los campos de Can Picafort protegiéndolas incluso hasta el punto de envolver la flor para que no sufran picaduras de abejas.
En la Fira degustaron elaboraciones tradicionales, como los riquísimos buñuelos de calabaza, y compraron productos artesanales del lugar, como las pequeñas calabazas que se usan como centro de mesa para decorar.
La jornada transcurrió con normalidad, comieron un típico menú mallorquín a base de arròs brut y lechona en el restaurante Ses Cases de Son Sant Martí y visitaron también Son Bauló, donde se deleitaron con una merienda muy especial en la playa acompañados del buen tiempo que reinó toda la jornada.