El festín de las habaneras en Sant Joan acogió a más de mil personas en la plaza principal del pueblo. La noche arrancó a las nueve de la noche, mientras los expertos asaban las sardinas con un procedimiento muy tradicional para degustar este pescado azul de la mejor forma.
Cuatro hombres daban vuelta y vuelta a las sardinas. Es un proceso difícil por el peso del hierro y su longitud. No obstante, la gente quedó encantada con la cena, acompañada de un buen vino y pan. Mientras el público acababa de cenar, unos cuantos grupos de habaneras iniciaron sus conciertos en un escenario decorado para la ocasión. Al final, la gente se animó tanto que hasta coreaban, con los músicos, las canciones.
La noche finalizó alrededor de la una y media de la madrugada de la mejor forma: con un ambiente ameno y divertido donde se notaba que lo estaban pasando genial. Así, el festín acabó con buena vibración. ¡Hasta el año que viene!