La India ha recibido a un generoso grupo de suscriptores de Ultima Hora en un viaje intenso que ha resultado ser excepcional. No cabe duda de que se ha ganado el distintivo de uno de los ‘viaje estrella’ que el Club organiza cada año. Medio centenar de suscriptores viajaron hasta allí del 5 al 12 de marzo, y tal ha sido el éxito que mañana se embarca en la aventura un segundo grupo.
Dehli ha sido una de las paradas del trayecto, donde visitaron construcciones tan emblemáticas como el Templo de Chhatarpur, el Templo Lotus que recibe su nombre por su forma, la mezquita más grande de la India, Jama Masjid; el Fuerte Rojo y el Rajghat (memorial en recuerdo de Mahatma Gandhi) en la vieja Dehli, o los Templos Sikh y Birla en la nueva Delhi. Durante el viaje, también conocieron las ciudades de Jaipur, Amber y Agra. En este último lugar destacaron, las visitas del Ashram de la Madre Teresa de Calcuta y el Fuerte rojo de Agra, la primera una institución no gubernamental
que ayuda a la gente más desfavorecida y el segundo una construcción de 1565 del Emperador Mogol Akbar.
El viaje a la India ha estado lleno de historias, visitas, monumentos, nuevas culturas,… pero todo ello difícil de explicar con palabras si no se ha estado allí. Quien sí ha estado acompañando al grupo ha sido Fina Costa, directora del Club del Suscriptor, quien no cabe en sí de lo emocionante que ha resultado la travesía. Por eso, quién mejor que ella para relatarnos las sensaciones vividas durante esta entrañable estancia en el país de las mil y una noches.
Fina Costa, anfitriona del viaje «En nuestra andadura por el mundo, a la que ya casi podemos llamarle ‘suscriptores por el mundo’, esta vez hemos volado a la tierra de los colores, la increíble India. Nuestra semana ha sido de total aventura entre Delhi, Jaipur y Agra, ciudades y costumbres tan distintas a las nuestras que la expresión de nuestro rostro ha sido de asombro, y no ha cambiadon en ningún momento. Nos ha llamado la atención tantas cosas, detalles, visiones, costumbres... que es complicado de explicar. Hemos intentado dar a nuestros suscriptores un viaje con servicios cómodos y de lujo; en una cena nos recibieron hasta con elefantes y nos despidieron con fuegos artificiales, nos hemos emocionado delante del Taj Mahal, y hemos podido descansar en buenos hoteles. Un artesano incluso nos realizó con arroz el logotipo del Club del Suscriptor, consiguiendo tal perfección que un diseñador con las mejores técnicas no lo haría mejor… Pero la aventura real ha sido la vivida a pie de calle. Miles de personas, niños, jóvenes, ancianos… Vendedores ambulantes de todo tipo de alimentos, flores, telas... Fuertes olores, comida muy picante, sonidos de claxon en todo momento de aquellos que iban conduciendo sin normas, luchando por el paso entre multitud de vehículos casi atrapados en su personal caos... Vacas por las calles, cabras, perros, camellos… Sonrisas y hospitalidad de la gente india que se deja fotografiar y que les causamos mucha gracia, vestidos con unos colores maravillosos que alegran el lugar. Pobreza y necesidad, eso lo hemos comprobado en cada rincón visitado del país, y sobre todo en el Centro Madre Teresa de Calcuta. No puedo destacar nada en particular porque todo ha sido sorprendente. A veces divertido, a veces precioso, otras agotador, y muchas tremendamente triste.
Eso para mi ha sido India. Me quedo con el recuerdo de sus sonrisas, hospitalidad y preciosos ojos negros. Y si nuestra visita ha ayudado en algo llevando ingresos a un país tan pobre, me satisface al pensarlo. Agradezco a todo el grupo de suscriptores su buen humor demostrado, ganas de conocer y de pasarlo bien; eso si que de verdad son los verdaderos viajeros. Y gracias a Ricardo Alemany, de Halcón Viajes, por cuidarnos tan bien. ¡Nunca olvidaré India!»
