Visitar el municipio de Sóller es probablemente una de esas actividades recurrentes del Club del Suscriptor, y lo es por varias razones: porque nunca defrauda, porque siempre se llena la visita, porque reencontrarse con la magia de Sóller y del Ferrocarril es único y porque pasar un día entre amigos, probablemente, no tenga precio.

Así pues, hace apenas unos días, un grupo de suscriptores formado por amigos y familias, se citaron puntualmente en la estación de Palma para recorrer la maravillosa Serra de Tramuntana en el centenario ferrocarril de hierro y madera. El trayecto permitió la admiración del mirador Pujol d’en Banya, también pasar por el Viaducte dels ‘Cinc ponts’ o el Tunel dels ‘Cinc-cents’ y el Apeadero de Can Tambor, este último, justo antes de llegar a Sóller.

Sóller es uno de los municipios favoritos de los suscriptores para visitar con el Ferrocarril

Al llegar al destino, un poco de tiempo libre para pasear y fotografiar esas calles de especial encanto, tal vez comprar algo y, por qué no, saborear un delicioso helado de naranjas de la Vall. Después, nuevo trayecto en el tranvía para conectar con el Port de Sóller, una bahía espectacular cuyo mar, salpicado de llaüts y otras embarcaciones y junto a una brisa marina que refrescaba el calor del día, fue todo un regalo.

Y como cualquier visita lugareña que se precie, esta debe mezclarse también con la gastronomía. Para ello, el Club había organizado una comilona en el restaurante Es Canyís, dónde les esperaba una cálida bienvenida por parte de sus propietarios Angelita y Patrice. En el menú que el restaurante preparó para los suscriptores se incluyó una de sus especialidades, como es el filete de Gall de Sant Pere. Y destacó el postre l’Île Flottante, una exquisitez de la repostería francesa realizado con una receta propia que utilizan los actuales propietarios tras tres generaciones.