No hay palabras para describir la gran acogida que tuvo la actividad del Club organizada para el pasado domingo, una cita llena de gustoso sabor y tradición gastronómica. La gran familia de suscriptores se desplazó hasta Llubí para degustar, en la Bodega Molí d’en Blanc, un tradicional y contundente Bullit d’ossos. Este reconfortante almuerzo fue elaborado por el chef Juan Dalmau.

La cita era a las 13 horas del pasado domingo en un entorno privilegiado a dos kilómetros del pueblo de Llubí. Y a esa hora fue cuando los socios comenzaron a acomodarse en las mesas dispuestas y perfectamente integradas en esta bodega, propiedad de Antoni Perelló, de Dos Perellons. La jornada gastronómica comenzó con un aperitivo compuesto por un vermut y coca mallorquina con sobrasada e higos. La llegada del plato principal fue triunfal, Dalmau hizo las delicias de todos los comensales con una elaboración tradicional que tiene su origen en la antigua costumbre de conservar la carne en sal cuando no existían las neveras ni los congeladores. El menú finalizó con otro guiño a la tradición mallorquina en forma de un exquisito robiol de almendra. La guinda la puso el maridaje de la comida, que estuvo acompañada por los vinos de Molí d’en Blanc.

La música en directo, a cargo del dj fideuasession, animó la velada dominical con diferentes temas que hicieron brillar el buen ambiente existente entre la gran familia del Club y sacaron a relucir el buen ‘rollo’ de los socios. Como es habitual en estas jornadas, se realizó un sorteo de varias botellas de vino y licor elaboradas por Dos Perellons entre los suscriptores.

Hubo quienes también aprovecharon la jornada para realizar una visita cultural y se desplazaron dando un paseo hasta el conjunto talayótico Es Racons, que se encuentra situado muy cerca de la bodega.