Es probablemente una de las salidas más repetidas por el Club del Suscriptor, pero siempre funciona y es que Sóller y su puerto tienen un encanto especial que atrae al turismo internacional y local.

Un centenar de personas se animaron en esta excursión del pasado sábado. El punto de inicio fue la estación de Palma, donde cogieron el Ferrocarril de Sóller para, posteriormente, detenerse en el mirador de Bunyola donde se deleitaron con las vistas a la Serra.

Al llegar a Sóller les esperaba el Museu de Can Prunera, donde la guía les explicó la historia de la casa y de los que vivieron allí.

Después, cogieron el tranvía para ir al restaurante Mar y Sol, pero antes, un poco de tiempo libre para pasear por un encantador puerto bañado por el sol que les siguió todo el día. El menú, de carácter mallorquín, se acompañó de buena atención y amabilidad por parte de los empleados del restaurante. Hubo un sorteo de entradas de cine y foto de grupo. Como el tren se volvía a las 19h, el grupo aún tuvo tiempo para algunas compras.